A partir del 1° de julio de este año, la receta electrónica será obligatoria en todo el país, según establece el Decreto N°345/2024 que fue firmado por el presidente Javier Milei; el ministro del Interior, Guillermo Francos y el ministro de Salud, Mario Russo.

Este decreto busca mejorar las prestaciones del servicio y aumentar la competitividad del mercado farmacéutico, conjuntamente reduciendo los costos operativos.

También, en consonancia con la nueva medida, se creará un Registro Nacional de Soluciones Informáticas y un Diccionario Nacional de Medicamentos.

El primero es para garantizar que las plataformas utilizadas cumplan con los estándares de seguridad y sean eficientes. El segundo es para asegurar la uniformidad en la prescripción de medicamentos a nivel nacional.

Receta electrónica: los puntos de cambio principales

Una de las claves de la implementación de la receta electrónica es que los profesionales de la salud deberán registrarse en la Red Federal de Registro de Profesionales de la Salud (REFEPS) a fin de que sean verificadas sus credenciales y solo los que tengan esta constancia estarán habilitados a emitir recetas electrónicas.

Al mismo tiempo, también se modifica la venta y el despacho de los medicamentos: deberán ser entregados en presencia de un farmacéutico y podrán ser gestionados de forma electrónica para ser entregados.

También, las farmacias deberán conservar las recetas electrónicas por un período de tres años.

A todo esto, además hay que sumarle que lo que se busca con el decreto es mejorar la legibilidad de las recetas y también evitar que haya errores de prescripciones. Otro de los puntos claves es evitar que las recetas puedan ser adulteradas, erradicando así las falsificaciones.