Una pareja de turistas procedente de Buenos Aires que intentaban entrar a bordo de un vehículo se negaron a mostrarles a los voluntarios de la reserva el documento de sus hijos, cuando se les pedían los requisitos para ingresar al predio.
| Por redacción Pura Verdad |
Durante la mañana de este jueves personal de la reserva Reserva Carayá, ubicada a 12 kilómetros de La Cumbre, vivió una situación de violencia y agresión por parte de turistas, la cual denunciaron públicamente.
Una pareja de turistas procedente de Buenos Aires que intentaban entrar a bordo de un vehículo se negaron a mostrarles a los voluntarios de la reserva el documento de sus hijos, cuando se les pedían los requisitos para ingresar al predio.
Malen Pilsen, jefa de los voluntarios, contó el episodio que en el momento de ingreso de la familia cuando se les informaba los cuidados que hay que tener para recorrer el predio, se les solicitó además el DNI de los niños para acreditar su edad.
Según declaraciones hechas en Canal Doce, el hombre le respondió: “mirale la cara a la nena, decime vos si tiene nueve años”. Plisen entonces insistió en ver el documento, a lo que finalmente accedieron mostrándolo desde el celular. Sin embargo, movían el dispositivo de manera que se hacía imposible verificar la información.
La jefa de voluntarios explicó que tras ese momento incómodo todo se tornó violento y agresivo. Mientras el personal intentaba cerrar la tranquera para que no ingresaran, tanto la mujer como el hombre los amenazaban: “Te voy a matar”, “vos no vas a dormir nunca más”, fueron algunas de las expresiones que escucharon. Y luego, Malen recibió un golpe de puño en la costilla izquierda.
“Recibí una trompada de un turista masculino e insultos de su mujer. El resto del equipo también sufrió empujones y esta familia se quería meter al predio por la fuerza”, contó Plisen desde su Facebook.
“Empecé a sentir mucho dolor y estábamos todos temblando. Tenemos miedo de que vuelvan”, comentó la joven, todavía asustada por la situación, agregó en otras declaraciones.
Finalmente, Pisen señaló que cuando las personas entran agresivas, les piden retirarse porque los animales también se alteran. “Da lástima cómo vienen algunos turistas, que por tener mucho dinero creen que se pueden llevar al mundo por delante”, agregó.